Legado
La clase estaba aburrida, ¿pero qué clase no lo era? Aunque considerando que era la última de la semana, los estudiantes estaban dispuestos a soportar las dos horas de discurso que era lo que duraba cuando lo exponía el profesor de filosofía. De todas formas, dentro del salón, entre los que prestaban atención (o lo fingían) había algunos que abiertamente hacían la excepción: o dormían sobre sus pupitres despreocupados de si el profesor los veía o no, o mandaban mensajes de texto, o los que hablaban entre ellos, o el que al menos fingía tomar apuntes cuando en realidad garabateaba un dibujo del emblema de su banda favorita. Pero Brenda Medina no era uno de ellos: la chica se había esforzado mucho para conseguir la beca en aquella universidad con la que siempre soñó desde que la oyó nombrar en televisión. Ella es de la clase de personas que muchos envidiarían por haber conseguido un lugar en Oxford, la universidad más famosa de Inglaterra. No todos llegan ahí, y menos con la suerte que tuvo Brenda al quedar seleccionada. El idioma tampoco fue un problema, siempre desde que comenzó la secundaria en Argentina había conseguido excelentes notas en inglés, sabiendo por instinto que le iba a ser muy útil en el futuro.
Envió solicitudes, formularios, peticiones, datos; todo lo necesario para recibir una respuesta de Inglaterra. Cuando finalmente llegó la carta con la solicitud aceptada, no esperó mucho para tomarse el primer avión hacia la famosa nación de los rígidos soldados que nadie jamás logra hacer sonreír. Así que sin pena ni gloria, Brenda estaba ahí y tenía que corresponder a la beca de alguna manera.
Sonó la campana, nadie esperó a que el profesor diera algún comentario final o se despidiera, simplemente tomaron sus cosas y comenzaron a abandonar el lugar. Brenda siguió a su compañera y amiga Ashley con quien compartía habitación en el instituto. Había hecho muchos amigos, pero aunque casi ni conservaba rastros del acento sudamericano, seguían llamándola «la chica argentina». En el pasillo lleno de estudiantes, Ashley le comentó.
—Voy a necesitar de tus apuntes, no tomé nota de nada.
—¿Por qué pensás que yo sí lo hice?
—Vamos Bren, jamás me fallás, sos la mejor del curso y la que se empeña más en tomar notas. Jamás te negás a pasármelas.
—Bien, bien, más tarde te las paso —Brenda sonrió—. Odio cuando me manipulás.
—Te conozco desde hace dos años, sé cómo persuadirte —Miró su reloj—. ¡Ay no!, tengo que apurarme para llegar a tiempo a encontrarme con Chad.
—¿A dónde van a ir esta vez?
—Donde sea que vayamos, vos también venís.
—No, esta vez no. Tengo que terminar de pasar un informe para presentarlo.
—¿Estás loca? Es viernes. Tenés que salir y distraerte de vez en cuando, te vas a fundir el cerebro de tanto estudiar.
—Siempre que postergo las cosas termino en apuros, es mejor sacármelo de encima de una vez.
La radio del edificio las interrumpió para hacer un anuncio: «Hoy se cumplen 124 años desde que el famoso asesino en serie Jack el Destripador burló a la policía inglesa después de cometer sus cinco aberrantes homicidios…».
—¿Te fijás lo que están anunciando? —murmuró Ashley—. Pareciera que celebraran una fecha patria —agregó con sarcasmo—. Pero volviendo al tema —Brenda la silenció con la mirada—… ¿no voy a convencerte?
—No, con esto no, perdonáme. Pero te prometo que si llego a terminar antes los alcanzo.
—Bien —dijo Ashley, decepcionada—, después te mando un mensaje de texto para avisarte en dónde estamos.
Se despidieron y cada una siguió su rumbo por diferentes pasillos.
Brenda se encontraba sola en su cuarto, era pasada la medianoche y recién acababa de transcribir el trabajo a la computadora y hacer correcciones. A pesar de haber terminado relativamente rápido, estaba agotada y no tenía ganas de salir. Sólo quería quedarse en ese asiento descansando. Tal vez podía considerar el hecho de que tenía no sólo el cuarto, sino también todo el piso de la universidad para ella sola. Todos habían salido. Imprimió su trabajo y luego de ordenarlo, lo dejó en su carpeta.
Si bien estaba cansada, no tenia ganas de dormir todavía. Pensó que, ya que estaba en la computadora, podría navegar por los interminables mares de Internet. Se acomodó para escuchar música, pero no se le ocurrió ninguna canción para reproducir. Más que cansada, estaba aburrida. Lo único que la mantenía entretenida era el estudio. Le habían sugerido que se integrara a las famosas redes sociales de Facebook o Twister, pero jamás le llamó la atención. Ingresó su contraseña y entró a su casilla de correo, pero enseguida se resignó: los contactos que tenía eran de sus compañeros que ahora habían salido, y sus amigos de Argentina debían de estar madrugando. Estaba por cerrar todo y de mala gana irse a dormir, cuando sin que pudiera mover el ratón, se le apareció una ventana:
JackRipper@hotmail.com te ha agregado a su lista de contactos.
¿Deseas añadirlo a tu lista?
Aceptar Rechazar
Lo primero en que pensó fue en lo gracioso que le parecía el nombre, aunque grotesco a la vez. Si la ventana le había aparecido en ese momento, significaba que ese contacto estaba en línea. Se quedó observando la pantalla mientras le daba golpecitos al ratón sin saber qué hacer. Después de todo, ¿chatear no era una forma de conocer gente? «Preferible a quedarme sin hacer nada…», pensó. Y oprimió Aceptar. La ventana desapareció. Se agregó un nuevo contacto que pronto se puso en verde y antes de poder hacer algo más, se abrió la ventana de conversación. Quien fuera, se notaba que tenía gran interés en hablarle.
Jack Ripper dice: Hola…?
¿Debía de contestarle al instante? No, tal vez era mejor hacerse la misteriosa y no aparentar ansiedad. Nunca había que demostrar demasiado interés en una conversación. Esperó unos segundos y contestó.
Brenda dice: Hola…
Jack Ripper dice: Cómo estás?
Brenda dice: Bien, vos?
Jack Ripper dice: Contento de encontrar a alguien para hablar, ya pensé que iba a pasar el viernes sin hablar con nadie…
Brenda se rió. El otro ya quería empezar a dar lástima aparentando inocencia. Así es como intentan ganar confianza. De todas formas le respondió a modo de burla.
Brenda dice: Ay, pobrecito. Estás solo?
Jack Ripper dice: Sí, bueno, más o menos. Lo que pasa es que los viernes me las arreglo para conseguir compañía. Igual no viene al caso, sos Brenda, no?
No había que ser muy observador para saber eso. La mayoría de las personas escriben sus nombres reales u apodos en los nicks.
Brenda dice: Sí, los nicks dan demasiada información personal no? Jajaja, aunque el tuyo llama mucho la atención. Por qué elegiste ese seudónimo tan…? No sé cómo decirlo
Jack Ripper dice: Grotesco? Escalofriante? Sí, no queda tan atractivo usar el seudónimo de un asesino, no? Pero no es por nada en especial. Simplemente me gustó
Brenda dice: Justo hoy recordaron una fecha relacionada con él… Bueno ché, vos sabés mi verdadero nombre. No sería justo que yo sepa el tuyo?
Jack Ripper dice: Si no lo tuvieras ahí escrito no te hubiera preguntado. No me gusta apresurarme cuando recién conozco a alguien. Así que dejemos mi nombre en suspenso
Brenda dice: Te vas a hacer el misterioso? Te voy adelantando que a mí no me van los que se agrandan eh…
Jack Ripper dice: No pretendo hacerme el agrandado… es sólo que por ahora prefiero conservar mi identidad
Brenda volvió a reír. «¿Quién sos, un testigo amenazado de muerte que no puede decir su nombre?», pensó. Vio que en el subnick de Jack había aparecido un mensaje: Atrápame si puedes.
Brenda dice: Y ese subnick?
Jack Ripper dice: Es el mensaje que utilizó el homicida para desafiar a la policía inglesa
Brenda dice: Claro… sabés mucho de ese tipo…
Jack Ripper dice: Es un héroe nacional, jajá!
«Héroe nacional», pensó Brenda. «Éste tiene cada gusto…», decidió estirar la conversación para otro lado. Aún no había averiguado cómo es que él la conocía.
Brenda dice: Sí, jaja. Seré curiosa, cómo encontraste mi MSN?
Jack Ripper dice: Creí que eso ya lo habías deducido, lo encontré en el foro de Oxford
Brenda dice: Conocés la pagina de Oxford?
Jack Ripper dice: No sólo la conozco, estudio allí
Brenda dice: En serio? Yo también!
Jack Ripper dice: Ya lo sé, te lo aclaré antes
Brenda dice: Sí, perdón jajaja, me distraje. Es que no esperaba que estudiáramos en el mismo lugar, y… sí, en el foro está la sección de chat entre estudiantes… mirá vos… y qué estudiás?
Jack Ripper dice: Eso es algo que también prefiero guardar por el momento
Brenda dice: Ah, me contás que estudiás en el mismo instituto, pero no me decís qué carrera, ni me decís tu nombre… sos más raro vos…
Jack Ripper dice: Hay que crear un ambiente de suspenso, porque si mostramos todas las cartas desde el principio enseguida se acaba la emoción y no hay nada que descubrir. Empecemos por vos, tu nombre me dice que sos extranjera
Brenda dice: De Argentina. Me vine para estudiar hace dos años
Jack Ripper dice: Dos años radicada en Inglaterra… es mucho. Estás muy lejos de casa, no?
Brenda dice: Me gusta más el aire británico
Jack Ripper dice: Y cómo hiciste para dejar en Argentina todos tus recuerdos, tu pasado y tu familia?
Brenda dice: La verdad que no me costó nada. Además tanto tiempo pegado a tu familia termina por saturarte, sobre todo si considerás que tu futuro no lo vas a construir junto a ellos, así que en parte fue un alivio alejarme de todo eso…
Jack Ripper dice: Qué dura… suena como si tu familia te diera vergüenza o fuera una carga para vos…
Brenda dice: Creéme, son muy diferentes a mí. Desvincularme de ellos me sirve para crecer profesionalmente, de eso depende mi reputación…
Jack Ripper dice: Ajá… y, aparte de tu familia, dejaste a alguien más allá? Tenés algún novio esperándote en Argentina?
Brenda dice: Tenía. Terminé con él antes de mudarme a Inglaterra
Jack Ripper dice: Supongo que te costaba soportar la distancia (?
Brenda dice: Nah, qué distancia jaja. También él era una persona con la que considero que somos muy diferentes. Además no estaba a la altura de mi desarrollo académico o profesional, eso no me hubiera permitido avanzar. La distancia no fue el problema. La universidad es la oportunidad de conocer gente nueva
Jack Ripper dice: Entonces cómo hiciste para terminar con él? Porque si esas fueron tus razones, no creo que te hallás animado a planteárselas. Quiero decir, que no creo que te hubieras arriesgado a quedar tan mal parada
Brenda dice: Estás en lo cierto. No sabía qué decirle en el momento de la ruptura, pero no me preocupaba mucho porque estaba más contenta y ansiosa por venirme a Inglaterra, así que eso no lo consideré ni siquiera un problema menor…
Jack Ripper dice: Entonces?
Brenda dice: Le busqué la vuelta para iniciar una discusión, las mujeres tenemos una habilidad especial para lograr que las personas se sientan culpables por cosas que nosotras hicimos o cosas que jamás sucedieron jajaja, así que el culpable terminó siendo él
Jack Ripper dice: Estoy confundida, necesito tiempo, tengo muchos problemas, me siento ahogada, necesito mi espacio, vos no cambiás, no sé lo que quiero, echaste a perder la relación, entendé que todo esto es tu culpa… Cuál de todas usaste?
Brenda se sorprendió. Fue como si Jack hubiera narrado aquella situación por ella. Fue lo que escribió.
Brenda dice: Creo que un poco de todo, cómo sabías?
Jack Ripper dice: Son las más comunes, en mi vida vi muchas relaciones romperse
Brenda dice: O eso, o alguien te dejó jaja
Jack Ripper dice: …y no se te ocurrió alguna excusa más creíble, u original?
Brenda dice: Ya te dije, no me importó mucho esforzarme
Jack Ripper dice: Pero supongo que él no se iba a quedar tranquilo sin exponer sus argumentos; seguramente habrá querido escuchar excusas más razonables o tratar de convencerte
Brenda dice: No le di oportunidad, fue todo muy novelesco jajaja, la típica de «basta no quiero escucharte»… me dio pena verlo llorar, me faltó poco para reírme en su cara, jaja, me parece una imagen muy patética, dar lástima y todo eso…
Mandó ese último comentario y esperó respuesta. No sabía si se estaba tomando el tiempo para contestar o si no sabía qué decir. Lo cierto era que Jack estaba tardando. Finalmente apareció su comentario.
Jack Ripper dice: Mirá vos…
Y borró el mensaje en su subnick para remplazarlo por otro: Hay cierto tipo de mujeres que no me gustan, y no dejaré de matarlas hasta acabar con ellas.
Brenda estaba considerando que su nuevo amigo tenía un humor negro bastante inusual.
Brenda dice: Medio femicida ese subnick no?
Jack Ripper dice: Ah, no es mío, estoy citando otra de las célebres frases del asesino que quedaron plasmadas en la historia. Odiaba a un tipo de mujeres en especial.
Brenda dice: Y apoyás su posición?
Jack Ripper dice: Bueno, es interesante intentar meterse en su mente, saber qué se le pasaba por la cabeza cuando estuvo apunto de matar. Que las mujeres (o víctimas podríamos decir) hayan sido prostitutas, para mí no fue el desencadenante de su cólera. Algo en su mente desencadenaba esa furia irrefrenable para cometer crímenes. Un trastorno, un desorden mental
Pericias psiquiátricas. A Brenda siempre le gustó eso. Le interesaba meterse en la piel de algún personaje en particular para intentar pensar como él. Tal vez Jack no era la persona más interesante, pero despertaba su curiosidad y comenzaba a divertirse. Así que continuó para saber más del tema.
Brenda dice: No conozco mucho sobre el asunto. Sólo sé que asesinó y destripó a prostitutas. Que las victimas hayan tenido la misma profesión no fue casualidad. Pero tampoco, como vos decís, el único motivo para matarlas…
Jack Ripper dice: Muy bien
Brenda dice: Pero hay algo que nunca entendí… por qué razón la ferocidad de los crímenes parecía ir en aumento con cada nueva victima?
Nuevamente Jack tardaba en responder. Y Brenda notaba que con cada palabra que él escribía aumentaba su seriedad, ansiedad y entusiasmo. Al parecer habían dado con un tema que lo hacía sentirse en su rol.
Jack Ripper dice: Supongamos que había algo en las mujeres que lo irritaba, algo que lo sacaba de sí y que de alguna manera eso hacía que las odiara, que deseara matarlas. No me refiero exclusivamente al sexo o la religión (aunque claro está, fueron uno de los motivos), sino algo que perturbara profundamente sus sentimientos de hombre enfermo
Brenda dice: Tal vez las mataba para reprimir sus impulsos sexuales…
Jack Ripper dice: No, ninguna de las victimas tenía la menor agresión sexual, de haber tenido tales impulsos no se habría contenido de cometer alguna violación. Estos fueron crímenes motivados por el odio
Brenda dice: Pero en la película Psicosis, el asesino Norman Bates sufría de eso, para reprimir sus impulsos sexuales mataba a las mujeres que deseaba…
Jack Ripper dice: Lo que Norman Bates sufría en realidad era un trastorno de bipolaridad, además, esto es la vida real, no una película
Brenda dice: Tal vez la madre de Jack fue prostituta y lo abandonó? O tal vez se enteró de que su esposa era prostituta…
Jack Ripper dice: Muchos consideraron esas opciones
Brenda dice: Bien, tenían algo más en común las victimas?
Jack Ripper dice: La edad no es un detalle importante; al asesino le daba lo mismo que fueran jóvenes o mayores. Pero hay detalles que llaman la atención, las victimas tenían vicios: una era drogadicta, la segunda alcohólica, la tercera perdió toda la herencia familiar en apuestas, la cuarta se practicó cuatro abortos y la última abandonó a su esposo en circunstancias confusas. Pero prestá atención en esto: la última, al casarse, tenía un marido adinerado. Cuando lo abandonó ya no lo era
Brenda dice: Wow, con esos indicios, deberías dedicarte a policía ja
Jack Ripper dice: Lo pensé… digamos que no tenía la capacidad suficiente
Brenda dice: Jajaja además también narrás todo como si lo hubieras vivido, cómo sabés todo esto?
Jack Ripper dice: Estoy bien informado
Brenda dice: Dirigís un club de fans o algo así? Jaja
Jack Ripper dice: No, me manejo mejor solo
Brenda dice: Manejar? A qué te dedicás?
Jack Ripper dice: Otro detalle que me voy a guardar
Brenda dice: Al final no termino sabiendo nada de vos. La verdad que me estás resultando aburrido…
Jack Ripper dice: Empezás a aburrirte de mí también? Así es como se dan las cosas en tu mundo? Las experiencias de la vida no son cosas como un CD de música que luego de usarlo suficiente tiempo acabás descartando
Brenda dice: Sólo quería saber más de vos, no tenés por qué ser tan arisco, cada persona tiene su propio ritmo y lo vive a su antojo
Jack Ripper dice: Pero más que antojo, pareciera que vos lo estás viviendo según tu comodidad y conveniencia. Si cambiaras la rutina se alteraría el equilibrio de tu mundo perfecto?
Brenda dice: Creo que uno tiene que ajustar las cosas que lo rodean en base a lo que crea que es mejor para su crecimiento
Jack Ripper dice: No se te ocurre pensar que con ajustando lo que te rodea para sentirte bien, perjudicás a los demás?
Brenda dice: No puedo vivir pensando si mis acciones perjudican a otro, estar pendiente de cada decisión que tomo o tener que pararme a pensar las cosas para ver a quién molesto, me dejaría estancada. Eso sería retroceder en la vida, la ley de la vida es tener un buen porvenir, triunfar y dejar una huella en este mundo para que nadie olvide quién sos
Jack Ripper dice: No, la ley de la vida es vivirla y disfrutarla al máximo con uno mismo, con los demás y no desperdiciarla. Da Vinci dijo una vez que los que no valoran su vida ni le dan el uso que corresponde, no la merecen. Y no te veo muy bien encaminada
Brenda comenzaba a notar que Jack estaba alterándola. Nadie jamás le había hablado de esa manera, tan fría y despectiva. Nunca le gustó que la gente la reprendiera, le llamaran la atención o le dieran sermones, sobre todo si era gente que no conocía.
Brenda dice: Bueno, lamento no coincidir con vos, pero hay otros que dicen que nunca está mal «darse la buena vida»
Jack Ripper dice: Darse la buena vida, siempre y cuando eso no quiera decir mala vida para otros. Yo también leí a Fernando Sabater; y si vos creés que tu felicidad es tenerla a costa de otros, estás siendo un mal ejemplo
A Brenda ya no le gustaba esto. Que la pongan en su lugar y no poder tener la última palabra. Esta conversación se tornaba violenta. Decidió arremeter.
Brenda dice: Cómo me gano la vida y cómo construyo mi futuro no es algo que dependa de tus críticas u opiniones. Querés hablar de malos ejemplos? Por qué no nos enfocamos en vos? Sos el típico resignado que no encuentra nada constructivo a lo que dedicarse y desaprueba todo lo que no llegó a ser o tener porque no sabe otra forma de compensar su solitaria vida. Yo pienso que si uno quiere triunfar en esta vida no puede pensar en los demás, a quién lastima, a quién pisa, a quién olvida. No envidiés a quien le va mejor que a vos.
Jack Ripper dice: Definitivamente entre vos y esas cinco víctimas no hay ninguna diferencia
Brenda dice: Qué te pasa estúpido?? Yo no soy ninguna prostituta!
Jack Ripper dice: No, no me refería a eso. Sino más bien a tu filosofía de vida. A Mary Ann Nichols le encantaba prostituirse, pero con eso no le alcanzaba, y no le importaba drogarse con tal de «darse la buena vida». A Mary Jane Kelly, que abandonaba a su familia y encontraba más placer vendiendo su cuerpo por dinero tampoco le alcanzó; no le importó maltratar su cuerpo con alcohol para «darse la buena vida». Elizabeth Stride tampoco tenía problemas de pasar de hombre en hombre para tener el plato de comida de cada día, pero como no estaba contenta decide despilfarrar la herencia familiar con tal de «darse la buena vida». Annie Chapman tuvo que buscarle otro uso a la belleza física que Dios le dio. Eso ya no era amor por uno mismo, sino vanidad, y con tal de mantener su figura no le importó acabar con la vida de cuatro inocentes bebés para continuar «dándose la buena vida». Catherine Eddowes parecía una buena esposa, le gustaba vivir a pleno, vivir día a día. Ya se prostituía; tampoco le bastó. Y no le importó dejar a su esposo en la ruina con tal de «darse la buena vida». Ahora tengo aquí a Brenda Medina que para poder crecer profesionalmente y tener mejor posición social no tuvo problemas ni remordimientos en abandonar a su familia, con tal de «darse la buena vida». Ninguna le da buen uso a la vida que se les dio. ¿Qué te diferencia de ellas?
Brenda dice: No sé de ellas, pero creo estar segura de qué me diferencia de vos, y es que no uso filosofía barata y sermones basura porque no sé qué hacer con mi aburrida vida
Jack Ripper dice: La evasión siempre termina por confirmar sospechas
Brenda dice: Ahora querés hacerte el psicólogo? Aparecés de la nada, te hacés el misterioso, empezás a hacer preguntas, criticás mi forma de vida, mis decisiones, mi modo de pensar y ni mi me conocés, me costó mucho llegar a dónde estoy y no voy a permitir que un imbécil envidioso cuestione todo lo que sacrifiqué porque está aburrido, solo, y olvidado. Eso es lo que te pasa? Estás solo y olvidado sin nadie que recuerde ni siquiera tu cara? O lo que es peor, claro: tu vida habrá sido tan humillante y miserable que utilizás ese estúpido apodo porque odiás quien eras, quien sos y quien vas a ser siempre. Te comunico algo, nadie cambia. Sólo tratás de ser alguien nuevo cuando en realidad estás encascado en la misma porquería que jamás te dejó proseguir y andás odiando a todos los que llegaron a triunfar y ser lo que no sos
Jack Ripper dice: Creés que sos mejor que yo? Eso te hace sentir importante? Hablemos de eso. Te parece que valió la pena sacrificar lo que tuviste para llegar a donde estás y ser lo perfecta que sos?
Brenda dice: No es asunto tuyo
Jack Ripper dice: De qué tenés miedo? De que, tal vez, te planteen en la cara que está mal que pongás tu ambición y codicia por sobre todas las cosas? Ésa es la parte que no querés oír? La que dice que sos una mala persona por dejar en el olvido aquello de lo que te aprovechaste hasta el cansancio, hasta poder echarle mano a otra cosa que exprimir?
Brenda dice: Sos un cobarde
Jack Ripper dice: No, soy sincero y directo
Brenda dice: Te metiste con temas muy personales que no te importan en lo absoluto y te me veniste a hacer el Jesús sermoneador…
Jack Ripper dice: Jesús predicaba la paz, el milagro de la vida y el amor hasta por los enemigos. Es en esa última parte que no coincido. Yo postulo que quien desaprovecha y desperdicia lo que a otros le valió tanto sudor, sangre y lágrimas, está muy lejos de llamarse humano. Y las actitudes inhumanas corrompen el alma hasta deshacerla
Brenda dice: De qué actitudes inhumanas me hablás?
Jack Ripper dice: Abandonar una familia. Según vos, valés mucho más y preferís desligarte de lo que sea que perjudique tu reputación social y profesional. Disfrutaste ver cómo tu novio se humillaba, eso te hacia sentir segura de vos misma, más confiada y que valías más. En realidad, te avergüenza lo que tuviste y lo que eras. Te comunico algo: nadie cambia.
Aquella discusión la sacó de sí. Brenda pensó por momentos en golpear la pantalla del monitor como si con eso consiguiera poder lastimar a ese imbécil. Todos los comentarios de Jack fueron desubicados y lograron ofenderla. Parecía tan fiel al principio «así actúan todos los perdedores resentidos», pensó Brenda, «los rechaza una mujer, no toleran el rechazo y por despecho te pegan donde más te duele, así son todos».
Brenda dice: Ves que sos un cobarde? Así cualquiera puede echarle cosas en cara a otra persona pero en persona no se atreven a nada
Jack Ripper dice: Qué te hace pensar que no?
Brenda dice: Que vos también estás evasivo y parte de todo el discurso es para evitar que descubra quién sos
Jack Ripper dice: Ése es tu problema? La paciencia es una virtud, sin embargo veo que tu curiosidad es incontrolable, veo que te importa más eso que todo lo que te dije. Bien. Dejemos el suspenso y vamos a darte el gusto; preguntáme lo que querás
Brenda dice: Querés arriesgarte a que te encuentre y te rompa el cuello? Muy bien. Dijiste que también estudiabas aquí, en que habitación estás?
Cuando terminó de escribir eso, Brenda se dio cuenta de lo sedienta que estaba. Discutir con ese tipo le dio sed. Mientras esperaba la respuesta se levantó del asiento y salió al pasillo; estaba desierto. Caminó unos metros hasta la máquina expendedora y sacó un refresco. Lo abrió. En ese momento fue cuando sintió que temblaba de cólera. Nunca la habían hecho enojar tanto. Dio un par de sorbos a la lata y regresó al cuarto en lo que las luces del pasillo se apagaban. Entró, cerró la puerta y se sentó frente a la PC a tiempo para leer la respuesta de Jack.
Jack Ripper dice: En la tuya.
Cuando Brenda se preguntó qué significaba esa frase, la luz se cortó y se apagó la computadora. Antes de tener la oportunidad de preguntarse qué era lo que estaba pasando, en la pantalla del monitor vio el débil reflejo de un hombre justo detrás de ella, que sostenía un cuchillo, y luego no vio nada más.